Vestuario "Ultimo Piso del Hotel California" un espectáculo de IAM , dirigido por Maria Dodera




Ultimo piso del hotel California es una historia dramática hiperrealista. Es la creación de un grupo multidisciplinario compuesto por: el dramaturgo Santiago Sanguinetti, un equipo joven de actores de la generación de la IAM 2007, técnicos profesionales y la directora teatral María Dodera; amante de realizar creaciones teatrales en lugares no convencionales, enésta oportunidad fue invitada para participar en el rol de Docente y Directora de la Generación de Egreso del Instituto de Actuación de Montevideo IAM.

La propuesta retoma un trabajo de egreso realizado por los jóvenes-intérpretes creadores de Luna Roja Generación 2003 de este mismo Instituto y bajo la misma metodología. El móvil fundamental fue la investigación de la dramaturgia del actor y de las posibilidades que nos brinden de realizar esta pieza en lugares no convencionales, apostando a una estética hiperrealista, siempre bajo la lupa de un dramaturgo.

Los objetivos que impulsan este proyecto son:

- Elaborar un producto artístico de buena calidad a partir del espíritu y la visión alternativa de una historia creada desde el actor realizada en un espacio no convencional (Espacio Palermo) y estimulada con consignas y paradigmas bajo el método de la improvisación.

- También interesa un proyecto cultural que contribuya a descentralizar el medio cultural teatral (principalmente instalado en el circuito convencional) y valorizar así propuestas involucradas a la vida de barrios y establezca un diálogo fluido con sus habitantes en este caso en un nuevo espacio teatral situado en el corazón de Palermo.

- A la vez proponer al público un juego vivencial, una mirada sobre temáticas de interés social promoviendo una respuesta crítica frente a las mismas.

El mundo urbano define sus espacios antagónicos: la calle, el hogar. La vida en la ciudad genera con su imponente presencia una imagen del mundo, una representación mental que nos ayuda a interpretar la realidad: nosotros, los hombres de bien, y los otros, esos a los que ni siquiera se mira al pasar a su lado. En el hotel, esta representación esquemática se hace añicos. En la habitación de paso, el afuera y el adentro conviven peligrosamente. Rozan sus límites. Friccionan hasta estallar. De allí tal vez surja algo verdadero. Un rayo de luz sobre nuestra intimidad más oscura. Un encuentro irrepetible. En la noche. La habitación de hotel quizás sea el único lugar en que los seres de estos mundos antagónicos crucen miradas. Caricias. Golpes. Deseos. Por primera vez. Y para siempre.

ÚLTIMO PISO DEL HOTEL CALIFORNIA le debe mucho a otras obras, que han quedado presentes en ella a manera de intertextos. Algunas novelas: TRILOGÍA DE NUEVA YORK, de Paul Auster, LA INVENCIÓN DE LA SOLEDAD y EL CUADERNO ROJO, del mismo autor. Y otras más alejadas en el tiempo, y de las que retomo algún fragmento aislado, como NIEBLA, de Miguel de Unamuno, o la propiaILÍADA de Homero. Películas como THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW, de Jim Sharman, o las sugeridas por María Dodera, O SIGNO DA CIDADE de Carlos Alberto Riccelli, o LA FEMME PUBLIQUE de Andrzej Zulawski. Obras de teatro como mi anterior FUGA DE ÁNGELES, que también se desarrollaba en un hotel, OBSCENA, de Gabriel Calderón, con la que el diálogo parece ser inevitable dadas las circunstancias similares de creación (espacio, institución de formación de actores, autor…) o las más lejanas y menos uruguayas LUCES DE BOHEMIA, de Ramón del Valle Inclán, o EN LA SOLEDAD DE LOS CAMPOS DE ALGODÓN, y LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES, ambas del francés Bernard-Marie Koltès. Y la lista podría seguir, casi interminablemente.



Una constante en casi todas estas referencias: la presencia de un héroe de dudoso desempeño moral, y siempre solitario. Algo de eso hay en todos los personajes de esta pieza. El héroe, el que se atreve a ir más allá, al lugar donde nadie ha ido antes, atravesando un camino tortuoso y casi siempre liberador, y que al retornar paga las consecuencias de su atrevimiento. Un sacrificio. De eso se trata. Vamos al teatro para ver actores sacrificándose. Llegando más allá de lo que nunca nos atreveríamos a llegar. Un sacrificio. El más hermoso de todos.



Santiago Sanguinetti